Don Demetrio Silva reconocido cultor popular Cojedeño fue homenajeado en la Caminata Ecológica Artesanal llevada a cabo este sábado 1 de junio, en un esfuerzo conjunto entre el Colegio Nacional de Periodistas y los diferentes entes gubernamentales que desarrollan actividades en el marco del Movimiento por la Paz y por la Vida.
El recorrido de 5 km
arrancó desde el 2do Parque de la Bocatoma y culminó en su casa en el sector
Picure, Las Maraquitas, en donde procedió a revelar su espíritu conservacionista
para la alertar acerca de la importancia de cuidar la naturaleza, su flora, su
fauna.
La humildad y sabiduría de Don Demetrio permitió a las y los participantes en la caminata sentir la calidez de un hogar signado por la creatividad y el talento manifiesto en piezas de madera, tallos secos, piedras talladas, además de disfrutar de las plantas que rodean el lugar, así como de las aguas del río Tirgua, el cual fue atravesado hasta llegar a los sembradíos de naranja, aguacate, yuca y mangos en sus más diversas variedades.
La conversa sincera de un
hombre que ha vivido cada instante con la palabra de Dios por delante acompañó
el recorrido anecdotario.
Don Demetrio hizo una analogía del hombre y los árboles, destacando los múltiples beneficios que se obtienen a lo largo de su desarrollo que va de la niñez hasta la adultez.
La sombra, los frutos, la madera para elaborar objetos, así como la vida que da después de secarse, le inspiró para soltar una frase que resonó “La naturaleza es un cuadro pintado por la mano de Cristo” tan cierta que los presentes hicieron saber su compromiso.
Don Demetrio hizo una analogía del hombre y los árboles, destacando los múltiples beneficios que se obtienen a lo largo de su desarrollo que va de la niñez hasta la adultez.
La sombra, los frutos, la madera para elaborar objetos, así como la vida que da después de secarse, le inspiró para soltar una frase que resonó “La naturaleza es un cuadro pintado por la mano de Cristo” tan cierta que los presentes hicieron saber su compromiso.
Antes de culminar el
compartir, don Demetrio se despidió con una amable sonrisa y la promesa de un
próximo encuentro que lleve a las y los caminantes por senderos desconocidos de
una tierra mágica rica en manifestaciones culturales de etnias moradoras que dejaron
su legado tallado en piedras y árboles milenarios.
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